El dominio público es un pilar importante del conocimiento libre, la creatividad y la innovación; y un contrapeso indispensable a los derechos exclusivos sobre la propiedad intelectual. Sin embargo, a diferencia de los derechos exclusivos, no está adecuadamente protegido.
Vida después de la muerte: cuando vence el derecho de autor
Una vez que expira el derecho de autor (en gran parte del mundo, no hasta 50 o 70 años después de la muerte del autor), las obras entran en el dominio público y son libres de ser compartidas e incluidas en los proyectos de Wikimedia. La duración actual de los términos de derecho de autor en Estados Unidos mantiene las obras fuera del dominio público durante más de cien años después de su creación. Los usuarios de Wikimedia promueven duraciones de derecho de autor más cortas para permitir que el público se beneficie de las obras antes, aumentando el acceso gratuito de todos al conocimiento. El dominio público, como parte del procomún, no es propiedad privada, sino que es gratuito para que todos puedan disfrutarlo y beneficiarse de él. Un desafío que hoy enfrentamos como sociedad es preservar nuestro patrimonio cultural y hacerlo disponible en formatos digitales que puedan compartirse en todo el mundo. Para digitalizar las obras, los usuarios de Wikimedia fotografían arte y documentos, escanean libros y cargan los archivos resultantes en un proyecto de Wikimedia, a menudo en colaboración con instituciones de patrimonio cultural: galerías, bibliotecas, archivos y museos (o “GLAM”, por sus siglas en inglés). Estos esfuerzos nos benefician a todos al permitir que todos tengamos acceso a las obras del patrimonio cultural, incluso aquellos que no pueden visitar las instituciones GLAM donde están físicamente alojadas.
Hasta el final de los tiempos: extensiones de términos de copyright a través de la puerta trasera
Recientemente, sin embargo, el acto de digitalizar obras que están en el dominio público para ponerlas a disposición de cualquiera ha causado cierta controversia. Si bien muchos museos están adoptando nuevas tecnologías para que sus colecciones estén más disponibles y sean accesibles para un público más amplio, a otros les preocupa que las fotografías de obras de dominio público en sus colecciones estén disponibles en línea de forma gratuita. En Alemania, por ejemplo, los museos Reiss-Engelhorn han demandado a Wikimedia Foundation y Wikimedia Alemania por el uso de imágenes de artefactos y pinturas culturales. Recientemente, el tribunal ha decidido que incluso las propias imágenes de estos trabajos de un fotógrafo infringirían la propiedad de los museos. Del mismo modo, en Noruega y Alemania, las instituciones han tratado de extender el control sobre el uso de imágenes de artículos en sus colecciones a través de marcas comerciales. Y en España, la ley de derechos de autor otorga 25 años de derechos exclusivos para ciertos tipos de meras reproducciones de obras. En muchos más países, la situación legal no es concluyente.
Estos casos y las normas nacionales plantean preguntas más amplias sobre el equilibrio de los derechos exclusivos y el dominio público, y sobre el acceso a la cultura y el conocimiento. ¿Cómo se beneficiará la sociedad de las obras que están en el dominio público en el futuro si otros derechos exclusivos amenazan con privatizarlas nuevamente? ¿Cómo se puede expandir el dominio público para beneficiar a todos si se siguen creando y extendiendo derechos exclusivos para evitar que las obras ingresen al dominio público? ¿Cómo podemos asegurarnos de que se promueva el derecho a la participación en la cultura y el conocimiento y que se mantenga la promesa de Internet de brindar contenido valioso para todos?
Necesitamos proteger el interés público
Es imprescindible asegurarse de que las generaciones futuras puedan disfrutar de un dominio público vibrante. Por lo tanto, la ley no debe otorgar nuevos derechos exclusivos para reproducciones fieles y digitalizaciones de obras que son de dominio público. Las recientes reformas de derechos de autor aprobadas en la UE amenazan con privatizar la cultura y el conocimiento de forma inaudita. Alentamos a que estos países revalúen su postura y adopten reglas que garanticen que el dominio público seguirá siendo libre y vívido. Preservar nuestro conocimiento cultural y científico para la era digital es una tarea monumental para la sociedad, pero perseguir esa preservación no debe socavar la capacidad de todos de participar en la cultura y el conocimiento. El dominio público y los derechos exclusivos son dos caras de una y la misma ecuación. Ya protegemos derechos exclusivos, es hora de equilibrar la ecuación al proteger el dominio público también.
Jan Gerlach, Director de Políticas Públicas, Fundación Wikimedia
Dimitar Dimitrov, Líder del proyecto, Free Knowledge Advocacy Group EU
Esta es una obra derivada de It’s time to protect the public domain! por Jan Gerlach y Dimitar Dimitrov bajo licencia Atribución 3.0 No portada (CC BY 3.0)
Traducción automática editada por Andrés Delgado-Ron